Esta noche he dormido en un hostal muy, pero que muy básico. Aunque para el presupuesto que tengo, era casi un lujo. Los peregrinos a los que conocí en Aljucén y también a los que no, salieron temprano para quedarse en la “Casa de Acogida de los Esclavos de María y de los Pobres” de Alcuéscar. Yo, como me levante bastante más tarde de que saliera el último, me fui directo al hostal, suponiendo, que las 12 plazas de que constaba la Casa, estarían ya ocupadas. Aunque después pensé que solo por el nombre de la congregación, no creo, que me hubieran dejado en la calle.
La etapa de hoy, aunque larga, es bonita y tranquila, apenas hay desniveles. Está peor señalizada que la de ayer pero me oriento bien. Busco, en el polvo del camino, las huellas de los peregrinos que me precedieron. Como es domingo, hay muchos ciclistas de fin de semana en el camino. Les distingo de los peregrinos que van en bici, por el perfume a suavizante que dejan tras ellos. Ese olor tan saturado me da un poco de alergia y, cada vez que pasa alguno, me hace estornudar. En una dehesa, un coche arañaba su chapa con la jara que acompañaba el camino. Muchos metros detrás, un mastín, guiaba tranquilamente un rebaño de ovejas. No sé, si eran suyas, o del hombre del coche.
Al pasar por Aldea del Cano, he parado a tomar una café. En la barra del quiosco de la plaza, un parroquiano que bebía cerveza, me ha preguntado, si la vuelta a España la iba a dar yo. Al verme cara de sorpresa, me ha dicho que lo había leído en mi camiseta. Me he sentido muy pequeño. Son tantas etapas las que tengo que caminar y tan pocas las que llevo, que me ha costado contestar que sí. En Valdesalor, algunas mujeres vestían de flamenca. Después me entero, que celebran San Isidro y, por su culpa, me he quedado sin comer.
2 comentarios en «PEQUEÑO, MUY PEQUEÑO»
Eres muy valiente, Manolo, te admiro y te envidio porque es algo que me hubiera gustado hacer a mí cuando era joven. Te deseo una feliz aventura, disfruta cada día y vívelo con intensidad.
Hola Emilia, perdona el retraso en contestar. Muchas gracias por tus palabras. La verdad, que aquí, disfrutar el día a día, no cuesta mucho. Un pequeño esfuerzo físico para ir avanzando y, el resto vivir.
Un beso